¿Qué son las termitas y la carcoma y por qué son un problema en el hogar?
Los propietarios de viviendas de lugares cálidos y húmedos tienen de qué preocuparse. Los insectos xilófagos o comedores de madera pueden aparecer en cualquier momento. Los muebles y cualquier estructura de madera, libros, celulosa o incluso cuero pueden verse afectadas por estos insectos tan dañinos.
Estas plagas pueden causar graves daños estructurales a una casa si no se tratan.
Veamos ahora en qué se diferencian cada uno de estos insectos.
Las termitas son pequeños insectos que se alimentan de madera y de celulosa. Esté componente se encuentra tanto en la madera como en los derivados de esta. Es España se conocen 3 especies distintas: la termita te madera, la termita subterránea y la canaria. Esta última sólo se encuentra en las islas Canarias y es tan dañina como las otras, pero es mucho más escasa (de hecho, no hay pruebas de su presencia en la península) por lo que nos detendremos en ver las dos especies anteriores.
La termita subterránea
De las tres, esta es la variedad más común y la que más presencia tiene en nuestro país. Come celulosa y cualquier derivado de la madera. Construyen sus nidos o termiteros a mucha distancia de donde se les detecta. Usualmente estos túneles y galerías que les sirven de hogar se encuentran a unos 40 metros de distancia. Proporcionalmente a su tamaño este es una distancia muy grande, pero aunque pueda parecer poco práctico de hecho no lo es. Se trata de una estrategia que les permite burlar a los depredadores porque, aunque detecten a unas cuantas, el termitero se encuentra lejos del depredador y así protegen a las larvas y al resto de moradores. Esto les ha hecho sobrevivir millones de años.
Otra de sus características es su fotofobia. Esto hace que su tendencia natural a esconderse de la luz las haga especialmente difíciles de detectar a simple vista.
La termita de madera seca
Esta especie de termita es la más destructiva. Puede cargarse cualquier tipo de estructura fabricada en madera. Esto es aplicable tanto a un taburete como a la estructura de un edificio histórico. Por eso la prevención aquí es esencial.
Esta especie tiene la particularidad de que habita en el interior del objeto que va poco a poco carcomiendo. Es decir, vive donde come.
Son especialmente activas durante los meses de calor decreciendo su actividad durante el invierno y el otoño a causa del frío.
La carcoma
La carcoma es la fase larvaria de varias especies distintas de coleópteros o escarabajos. Construye galerías donde se alimentará hasta que sufre la metamorfosis a escarabajo volador. Es aquí donde sale al exterior. Pero su vida afuera de la madera es breve. Después de unos días deposita los huevos y muere.
Mientras se alimenta de la madera se puede escuchar el crujir de las fibras roídas por esta oruga que prefiere la madera seca de construcciones y muebles. Por ello es raro encontrarla en la naturaleza y jamás ataca a los árboles. Su vida se asocia a la del ser humano que es donde se encuentra más cómoda. Un hábitat construido para huir de temperaturas extremas y del exceso de humedad es perfecto para este xilófago.
¿Cuáles son los signos de una infestación?
En el caso de la carcoma, los signos externos por los que anuncian su presencia son más bien discretos. Al vivir en el interior de la madera no son detectables a simple vista ni las veremos corretear por el suelo ni las paredes del hogar.
Si sospechamos que tenemos plaga de estos animales, estemos atentos al aspecto externo de muebles y estructuras de madera como vigas o artesonados. Cuando se ha realizado la metamorfosis, el coleóptero necesita salir y lo hará perforando la madera hacia el exterior. Los agujeros son el rastro inequívoco de su presencia.
Otra manera de detectarlas es armarse de paciencia y dejar que llegue la noche. Cuando la casa está en silencio es posible escuchar cómo roen las larvas la madera de nuestros muebles.
Por último, en los alrededores de los muebles podremos observar pequeños restos de su acción. El serrín de la madera roída se acumula en el exterior. Lo veremos en pequeños montones compactos en el exterior del mueble.
En cuanto a la termita, es más complicada de detectar. No en vano la llaman la plaga invisible. Por eso estaremos atentos a ciertos detalles como los que siguen. Puede que golpeando sin querer una puerta o un mueble o incluso una viga detectemos el sonido a hueco. Las termitas devoran la madera desde dentro con lo que, si golpeamos el exterior, encontraremos que se percibe un efecto como de cámara de resonancia.
También, si notamos que una puerta o una ventana está atrancada o es difícil deslizarla para abrirla o cerrarla, puede ser debido a la acción de estos insectos. Los marcos suelen deformarse cuando pierden resistencia por estar perforadas.
Los túneles que realizan pueden detectarse si vemos su orificio de salida o entrada. Además, cuando se desplazan por el exterior de su hábitat suelen construir tubos fabricados con serrín y saliva y así evitan la luz del exterior. Dentro de ellos encontraremos carril de ida y carril de vuelta.
¿Cómo se puede prevenir una infestación?
Siguiendo estos sencillos consejos podrás prevenir el ataque de las termitas en casa.
Lo primero es eliminar la humedad. Cuando la madera de un mueble está humedecida por alguna fuga o por no estar debidamente tratada tenemos ante nosotros la víctima perfecta para que penetren en ella las termitas.
Evitaremos también que la madera esté en contacto con la tierra directamente. Una estructura que esté clavada en el suelo del jardín tiene los días contados. Aislémosla con cemento o cualquier otro elemento que ponga una barrera de entrada a estos insectos.
Todo material que contenga celulosa es susceptible de ser atacado por las termitas. Evitemos depositar libros o cajas de cartón en el suelo y pongámoslas en una repisa o armario.
Para la carcoma los consejos son los mismos. Pero añadiremos que el barniz es un buen protector contra todos estos xilófagos. Mantengamos en buen estado la capa de barniz que protege nuestros muebles.
Tratamiento contra plagas de termitas o carcoma
Existen multitud de insecticidas que pueden ayudar a acabar con carcoma y termitas. Hay geles que se pueden aplicar en el exterior y productos inyectables que acaban con estos insectos a través de los conductos creados por ellos.
Lo mejor y más efectivo es contactar con especialistas en plagas. En Trakta tenemos años de experiencia a nuestras espaldas y podemos realizar cualquier tipo de tratamiento.
